Si la ruta 40 se caracterizó siempre por su extensión y recorrido
cordillerano tan próximo a la aventura, la porción norte del nuevo
trazado sí que redobla la apuesta. En un intento por crear una vía
turística que saque a los pueblos puneños del anonimato, la flamante 40
se desplazó varios kilómetros al oeste. Ya no corre desde San Antonio de los Cobres, en Salta, por las Salinas Grandes hasta fundirse con la RN 9 cerca de Abra Pampa.
En 2006 se resolvió cambiar casi todo este último tramo para hilvanar y
dar a conocer muchos de esos caseríos desconocidos cementerios
multicolores, ruinas abandonadas e iglesias antiguas.
El 19 de marzo, nosotros por habernos equivocado la hicimos en sentido inverso o sea La Quiaca a San Antonio de los Cobres.
Es un camino de enorme belleza, paisajes desolados, y extensos caminos de ripio a una altura promedio de 4000 m.s.n.m.
Es más, a los tres nos pareció más espectacular que Talampaya e Ischigualasto juntos. Eso si por caminos mucho más difíciles para cualquiera aunque tenga una 4x4.
A la altura de San Juan de Oros cuando ya habíamos atravesado arroyos crecidos y caudalosos nos encontramos un cartel que decía que los próximos 11 km. se debían hacer con mucha precaución por el lecho del río. Normalmente estos caminos están clausurados en esta época del año por los ríos crecidos por las lluvias que son copiosas en este tiempo. Tuvimos la suerte que no estaba clausurado pero la aventura fue inolvidable para los tres. Circular por el lecho del río encerrados por el cañadón de la Quebrada de Paicone fue muy impresionante. Pasamos este obstáculo no sin sobresaltos y creíamos que ya nada peor podía esperarnos. Craso error porque mas adelante nos encontramos ante un vado profundo precedido por un arenal. Justo del otro lado venia una 4x4 y nos quedamos para ver como pasaban este momento de la ruta. Los vimos dudar por un largo rato y luego lo atravesaron sin dificultad. Nos pusimos a conversar con ellos. Un francés de unos 45 años con cara de boxeador acompañado por una argentina algo más joven.
El hombre en un muy mal castellano nos explicó que de donde venían era todo muy difícil y que hacia 6 horas que habían salido de Susques y dada la hora era imposible que llegáramos allí, salvo muy entrada la noche, ya que eran las 17 hs. y menos con un vehículo como el nuestro. La chica argentina al ver la cara de pánico de Mónica suavizo la cosa y nos dijo que lo peor era este vado y que en Cusi Cusi un poblado cercano había alojamiento para pasar la noche. Saludaron y se fueron deseándonos mucha suerte.
Al volver a arrancar el auto este se atasco en el arenal y fue necesario hacer dos intentos levantando el auto con el gato y colocando piedras abajo de las ruedas, para salir de esta trampa.
El vado lo atravesamos con los dientes apretados en un clima de desazón y zozobra ante las dificultades del camino.
Unos kilómetros más adelante apareció Cusi Cusi que para nosotros fue como encontrar un oasis en la mitad del desierto. Conseguimos un alojamiento precario y un comedor comunitario para la cena. Todo muy humilde pero a nosotros nos pareció el mejor lugar del mundo.
Habíamos tardado 6 horas para recorrer solo 143 kilometros. Aquí dejamos mapa de la zona.
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